El problema no es quererte, es que tu no sientas lo mismo.
Si me gustaste por ser libre, ¿quién soy yo para cambiarte?
Y si estoy sola no es porque quiero, pues lo he intentado, pero no puedo.
Cómo duele tanta distancia !.
Patético es creer que una mentira convoque a los duendes del milagro, que te hagan despertar enamorado.
Y es que a veces la noche trae sorpresas..